porque nosotros habíamos construido

un lugar  hecatómbico, chispeante y nuestro

un París-celestial a la vuelta de la esquina

porque teníamos

pequeños diccionarios individuales

pequeños hijos exóticos que nos alejaban

de la educación de nuestros padres

porque éramos bellos, inocentes y tontos

y nos sabíamos

nos creíamos

y nos queríamos

como tres exiliados apátridas

como tres-tristes-tigres de circo

mansos y flacos

mostrando sus gracias

porque éramos

-y somos-

caóticos discípulos

de la página en blanco

de los rincones oscuros

y los atardeceres magros

porque una vez perdí mi corazón

en una banca de la universidad

                      ((fue así que nos mimetizamos... ))

[Alessandra Tenorio Carranza, (Lima, 1982-), porta/retrato, 2005]