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Usted no sabe cuánto
pesa
un corazón solitario
hay noches en que la lana oscura
la lana tibia que me protege
llega hasta el cielo
y mientras duermo mientras respiro
mientras sollozo
se me derrama la leche hirviendo
sobre la cara
y entonces una máscara magnífica
con la sonrisa del rey de espadas
cubre mi llanto
y todo eso no es nada todavía
usted no me creerá
pero luchar luchar luchar
todas las noches con un tigre
hasta convertirlo en una magnolia
y despertarse
despertarse todavía y no sentirse
aún cansado y rehacer aún
raya por raya el mismo tigre odiado
sin olvidar los ojos los intestinos
ni la respiración hedionda
todo eso para mí
es mucho más fácil mucho más suave
créame usted
que arrastrar todos los días
el peso de un corazón desolado
Δ
[Campidoglio]
Lei
non sa quanto pesa
un cuore solitario
ci sono notti in cui la lana scura
la lana tiepida che mi protegge
arriva fino in cielo
e mentre dormo mentre respiro
mentre singhiozzo
mi si versa il latte bollente
sul viso
e allora una maschera magnifica
col sorriso del re di spade
copre il mio pianto
e tutto questo non è niente ancora
lei non mi crederà
ma lottare lottare lottare
tutte le notti con una tigre
fino a trasformarla in magnolia
e svegliarsi
svegliarsi ancora e non sentirsi
stanco e rifare ancora
striscia dopo striscia la stessa odiata tigre
senza dimenticare gli occhi gli intestini
né l’alito fetido
tutto questo per me
è molto più facile molto più leggero
mi creda
che non trascinare ogni giorno
il peso di un cuore desolato
[
Nodi e corpi nudi
a cura de
Martha Canfield]
Δ
Doble
diamante
¿Conoces tu cuerpo esfera de la noche
Esfera de la noche
Huracán solar conoces tu cuerpo
Conoces tu cuerpo conoces
Tu admirable cabeza tus piernas moviendo
El centro miserable
De mis ojos de oro
Mis ojos de oro de mirarte
De oro de soñarte
De llorarte?
¿Conoces tu cuerpo
Fuerza de los años
Calor de los planetas?
¡Ah criatura! Tu desnudez me ahoga
Tus zapatos me queman
Días imantados son mis noches
Vacío colmo encontrado asilo frío. Contigo
Los astros me aburren
Las especies lloran
Muero me levanto clamo vuelvo a morir
Clamando grito entre ramas orino y fumo caigo
Como un rayo fácilmente en tu garganta. Contigo
Sólo silencio placa de horrores sedimentos
Cascada inmóvil piedra cerrada
Abismos de oro nos persiguen
Rabiosos amigos
A través de rayos cantos blasfemias
Soles y serpientes mundos de vidrio
Pomos perdidos
Amaneceres con lluvia lluvia de sangre
Temperatura y tristeza.
¡Ah misteriosa! Odio tu cabeza pura
Imbécil terciopelo tigre de las alturas
Odio el círculo salado
En que te pienso oculta.
Odio el peso de los días
Los pulpos que me beben gota a gota
Bebiéndote a la vez ¡somos rocío!
Los pulpos luminosos que gobiernas
Los cedros empapados por tu aliento
Los siglos de hermosura en que agonizo
La Luna y mis deseos de matar
La imagen de tus labios frescos los ríos y los montes
Los pasos encantados de mi mano
En tu garganta.
¡Ah mis 30 000 flores vivas
Suave ejército vespertino batallón perfumado!
Rotación de mi cuerpo
Hazme volver a mi cuerpo
Destrúyeme los ojos en el acto
Las uñas y los dientes sobre el fruto
Conviérteme en silencio.
Deja rodar mis lágrimas en cambio
Sobre el espejo que adoro
Sobre la viva atroz remota clara
Desnudez que me disuelve
Sobre el diamante igual que me aniquila
Sobre tantísimo cielo y tanta perfección enemiga
Sobre tanta inútil hermosura
Tanto fuego planetario
Tanto deseo mío.
Δ
Serenata
El dulce Caco clama entre sus joyas, sus amores y sus heces.
Quieto animal de hastío: cubridlo de rocío.
Mansa mujer que atravesáis su cuerpo dormido:
Tended vuestro armiño, vuestro cabello, apaciguad su sangre.
Dormido así, su vida es sólo baba y olvido,
Y viento quo abriga y perdona, económico y dulce ,
Y un saxofón perdido, como una ola de oro,
Salpica su corazón sin despertarlo. Deber tuyo es,
Mujer vestida de iguana, arrodillarte y decirle:
Bendito seas, amor mío, por luminoso e imbécil,
Por desordenado y triste, porque te comes las uñas
Y los piojos y los lirios de tu santa axila,
Y amaneces como un loco sentado en una copa.
Bendito seas, amor mío, que nunca has llorado,
Bello rostro agusanado y borrado antes del beso,
Después del poema, el canto y la pura blasfemia.
Bendito seas, amor mío, por tener huesos y sangre,
Y una cabeza pálida y soberbia, partida por el rayo.
Y por no estar jamás ni en triunfo ni en derrota,
Sino amarrado como un tigre a mis cabellos y mis uñas.
Bendito seas por gruñón, por delicado y estúpido,
Por no tener infierno ni cielo conocido, ni muerte
Ni vida, ni hambre ni comida, ni salud ni lepra;
Medusa de tristes orgías, de penas jubilosas,
De torpes esmeraldas en la frente, y bosques
De cabellos devorados por el viento.
Vacío de sesos, de corazón, de intestinos y de sexo,
Bendito seas, amor mío, por todo esto y por nada,
Por miserable y divino, por vivir entre las rosas
Y atisbar por el ojo de la cerradura cuando alguien se desnuda.
Viva sombra destructora de mejillas y de espejos,
Ladrón de uvas, rapazuelo, dios de los naipes y la ropa sucia.
Dulce Caco de celestes dedos y cuernos de hierro,
Señor del vino que me matas con dagas de heliotropo.
Bendito seas, labios de gusano, cascada de avena,
Por poderoso e idiota, por no tener hijos ni padres,
Ni barbas ni senos, ni pies ni cabeza, ni hocico ni corola,
Sino un ramo triste de botones sobre el pecho.
Bendito seas, amor mío, por todo esto y por nada,
Bendito seas, amor, yo me arrodillo, bendito seas.
Δ
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