Ultimas Palabras
Me dan miedo las últimas palabras,
sobre todo las mías,
los despachos vacíos y los perros,
la piel de las muñecas a la hora
de la comida, sus ojos de plástico
si llegasen a caer en mi cuchara,
y pienso que se burla quien dibuja
en su cuaderno un rostro hecho de mapas.
Todo esto es cierto o puede que no lo sea,
como puede no serlo un personaje
al que llamasen Álvaro Muñoz,
oculto tras dos poemas, unos cuantos errores
y cierta desmemoria por lenguaje,
paseando con mi nombre y con mi rostro
mientras yo cuento sus extravagancias,
tan pobres, a los dos o tres que fingen
escucharme, pensando ellos en tigres
y taumaturgias que no alcanzo,
y yo en las pocas líneas
que son esta ciudad, no un laberinto.
[Alvaro Muñoz Robledano,
Cuartel de Invierno]